Thursday, December 25, 2008

Es una buena persona

El otro día estaba conversando con mi papá y mi hermana en plan crítico de cierto empresario chileno pinochetista. No tengo más reparos que los evidentes contra la persona, tampoco lo estábamos criticando encarnizadamente en el momento, estábamos simplemente haciendo una crítica general de una persona que conocimos por distintos lados. Lo que me impresionó fue esto: en un momento dado le escuché concluir a mi papá que a pesar de todo era una buena persona. Me pregunté qué lo podía hacer una buena persona, o por lo menos, a él especialmente tan buena persona, como para que fuera un atributo que se le pudiera añadir como epíteto. No se me vino nada específico a la mente. O sí. Se me vino una imagen, pero no era la de una persona especialmente proba. La conversación continuó. Mi hermana apoyó: No, si no es mala persona. No se da cuenta de lo qué es o cómo es, “esos” son inconscientes. Entonces me di cuenta que había un nexo entre ambos atributos: bondad e inconsciencia. Más allá de un acción determinada, su bondad se relacionaba más con cierta inocencia esencial. Como él no se daba cuenta de lo que hacía, era una buena persona.

Más allá de un análisis efectivo de la bondad o maldad de dichos sujetos, me llama la atención la frecuencia con que aparece la frase. El otro día la vi en el matinal, Tonka Tomicic declaraba que Leonardo Farkas era muy buena persona y muy sencillo (otra frase interesante). En todos los casos, la expresión parecería reproducir esta noción de bondad como inocencia. Lo más curioso, es que no es solo una frase que se pronuncia. Es una frase que de alguna forma se ostenta y se vive. Si se examina con cuidado o quizás con un poco de suspicacia uno se dará cuenta que la ideología de “es una buena persona” posee tanto influjo en el momento, que hay personas que incluso se “comportan” como buenas personas chilenas; es decir, ostentando su “bondad” “inocente y natural”.

Pocos, creo, discuten este concepto de bondad. Lo cierto es que la frase invita a un placebo general: pronunciarla o aceptarla implica, de alguna forma, entrar en un reino específico de perdón e indulgencia inaugurado por Jesucristo en la cruz:“Perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen.”

1 comment:

Unknown said...

Pauli bella
acabo de cachar que tienes un blog...me leí todos lo artículos en un rato...

te matan algunos con lo de Jísus...me reí un poco, q cierto..
q inocencia ni q mentira...hacerse los weones en chileno

estaré atenta a las nuevas producciones

besos
Nati